La retroalimentación y la observación de clases son el conjunto perfecto para mejorar y comprender los procesos pedagógicos que ocurren dentro del salón de clases. La comunidad escolar juega un rol muy importante para promover el desarrollo profesional docente, es por esto que la escuela debe asegurar instancias de formación y apoyo que les permitan compartir nuevas ideas y prácticas para nutrir la cultura escolar colaborativa.
Con todo esto, lo que se busca, son soluciones consensuadas para alcanzar los objetivos de aprendizaje previamente establecidos. El efecto del acompañamiento de los procesos de aprendizaje y enseñanza con la retroalimentación incrementa la modificación de las prácticas de los profesores, por ende favorecen los procesos de mejora docente. Lo que ayudará a optimizarlos de manera oportuna.
En este artículo te vamos a compartir algunos puntos para conocer por qué y cómo implementar la retroalimentación pedagógica en tus clases:
- ¿Qué es la retroalimentación?
- ¿Qué NO es la retroalimentación?
- La importancia de la retroalimentación
- ¿Qué es la retroalimentación de las prácticas pedagógicas?
- Artículos de interés
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¿Qué es la retroalimentación?
El modelo de retroalimentación de Hattie y Timperley menciona que la retroalimentación es la información proporcionada por un agente, ya sea el profesor, un compañero, un libro, los padres, etc., en relación a los aspectos del desempeño o comprensión de una persona sobre algún tema o proyecto.
Con esta perspectiva, la retroalimentación tiene espacio en al menos dos partes del proceso de enseñanza-aprendizaje, la retroalimentación para la mejorar el aprendizajes de los estudiantes y la retroalimentación para mejorar la enseñanza, es decir, el desempeño de los profesores.
Lo que se busca es reconocer la brecha existente entre el desempeño y el objetivo establecido o aprendizajes esperados.La retroalimentación, se enfoca en identificar los elementos que mejor explican el rendimiento actual y proporcionar aquellos que permitan mejorarlo.
La reflexión sistemática sobre la práctica docente, impactará directamente en la gestión pedagógica, implicando concebir la retroalimentación como una práctica de aprendizaje cotidiana, continua y permanente. Los líderes educativos deben ser los principales promotores de esta reflexión y apoyar a sus profesores para implementar la retroalimentación de manera correcta.
La definición de Perrenoud de la práctica reflexiva menciona que es una postura permanente con una relación analítica hacia la acción, y se busca mejorar lo que actualmente se tiene, lo cual se necesita observar y analizar.
¿Qué NO es la retroalimentación?
Los comentarios evaluativos que solo indican un juicio: el emitir una calificación o un juicio sin fundamentos no es retroalimentación. El solo poner un número, un ‘buen trabajo’, o simplemente una letra no ayuda a que los estudiantes entiendan el por qué se les dió esa evaluación, que pueden hacer para mejorarla o qué hicieron para que fuera tan buena.
Simplemente transmitir información: la transmisión de información no asegura la comprensión de los temas. La información puede ser alterada por creencias motivacionales de cada uno de los estudiantes, así que se deben realizar evaluaciones y retroalimentación para asegurar la comprensión.
Dar consejos y sobrecorregir: el escribir o decirle al estudiante que debe corregir alguna respuesta o estudiar más, no ayuda a que entiendan por qué o qué es lo que necesitan estudiar o corregir. Y tampoco se busca que se vuelvan dependientes de este tipo de ‘consejos’ si no que deben aplicar el conocimiento o como se les indica estudiar más pero dejarles claro sobre qué y cómo.
La importancia de la retroalimentación
Como ya lo mencionamos, la retroalimentación es un elemento fundamental dentro de la evaluación educativa, ya que se trata de la información que recibe el estudiante sobre su desempeño en el transcurso de las clases.
Algunos de los beneficios más importantes de una retroalimentación efectiva son:
- Esclarece en qué consiste el desempeño esperado, sobre el aprendizaje. Al dejar los objetivos establecidos desde el inicio y se da una explicación de los criterios a evaluar, los estudiantes buscarán alcanzar estas metas.
- Promueve el diálogo entre el profesor y estudiantes. Los momentos de diálogo con los estudiantes permiten que éstos puedan preguntar y, de esa forma, se enfoquen en mejorar el desempeño.
- Facilita la autorreflexión. Por ejemplo, al pedirle a los estudiantes que analicen las fortalezas y debilidades de un trabajo realizado, podrán observar las áreas de oportunidad y de esta forma se fomenta el análisis y ayudas a mejorar el aprendizaje.
- Aumenta la motivación y autoestima del estudiante. Si la retroalimentación lo ayuda a identificar claramente los aspectos que necesita mejorar, mejorará y aumentará su autoestima.
Según la Universidad ORT de Uruguay la retroalimentación debe ser considerada como una instancia más del proceso formativo.
¿Qué es la retroalimentación de las prácticas pedagógicas?
La retroalimentación de las prácticas pedagógicas se puede definir como un proceso dentro de la formación en servicio de los profesores, realizado por el equipo directivo, la unidad técnico-pedagógica y en algunos casos otros profesores.
La retroalimentación a los profesores comprende cualquier comunicación que reciben sobre su enseñanza y se puede basar en algún tipo de interacción con su trabajo. La observación de sus clases o el registro de las mismas puede ser esa interacción.
Esta retroalimentación cobra sentido al momento de presentar y comunicar al profesor una visión que le permita reflexionar sobre sus prácticas, y tomar decisiones sobre acciones futuras que ayuden a potenciar los resultados de aprendizaje de sus estudiantes para alcanzar los objetivos establecidos.
Esto permitirá apoyar el desarrollo de la práctica reflexiva de los profesores, lo que quiere decir que mejorará la habilidad de observar sus propias acciones y las de los estudiantes.
En resumen, la retroalimentación, es un proceso que contribuye a la mejora continua de los profesores, a través de la colaboración con el equipo directivo de escuelas, Ministerios y Secretarías según sea el caso.
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