Algunos profesores ven la tecnología como una distracción en el aula. Incluso en muchas escuelas está prohibido el uso de teléfonos móviles o redes sociales durante la clases. Pero es mejor aprovechar el poder de los dispositivos, aplicaciones y herramientas digitales para aumentar la participación, fomentar la colaboración e impulsar el aprendizaje de los estudiantes.
La tecnología educativa requiere un guía, en este caso al profesor, y un objetivo que esté relacionado con el plan de estudios. Si la tecnología se utiliza con intención, puede transformarse de una distracción a una herramienta eficaz de enseñanza.
En este artículo te compartiremos algunas respuestas de cómo la tecnología afecta el aprendizaje de los estudiantes y por qué los profesores deben aprovecharla al máximo:
- Permite un mejor acceso a los recursos
- Ayuda mejorar la participación de los estudiantes
- Puede expandir los límites del aula
- Pretende fomentar el aprendizaje a su propio ritmo
- Promueve técnicas de enseñanza innovadoras
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Permite un mejor acceso a los recursos
Hoy en día gracias al internet, tenemos toda la información a nuestro alcance las 24 horas del día, los 7 días de la semana y podemos encontrar casi todo en línea. Para los estudiantes y las escuelas esto significa acceso a todos los recursos, desde materiales de investigación y aplicaciones educativas, hasta entretenimiento interactivo y recursos abiertos de todo el mundo.
Conoce en este artículo sobre la toma de decisiones basados en la tecnología: Tomar decisiones inteligentes sobre la tecnología en las escuelas
Los estudiantes necesitarán que los profesores los apoyen a encontrar recursos y a proporcionar otros sobre los temas vistos en las clases. De igual forma la tecnología permitirá que se creen contenidos propios de los profesores y estudiantes, ahora solo faltará compartirlos con los demás.
Los estudiantes pueden complementar su aprendizaje conectándose con grupos en línea y comunidades virtuales, de igual forma pueden colaborar en proyectos grupales indicados por los profesores. Estos proyectos pueden subirse a las redes sociales, a su plataforma de gestión o en algún otro software.
La mejor opción es que el aprendizaje sea una combinación de tecnología en el aula o en casa y aprendizaje presencial. Hoy gracias al distanciamiento social los profesores han tenido que agendar llamadas o videollamadas en tiempo real para cumplir con la parte presencial. Esto funcionará y nos ayudará a estar más preparados para el regreso a la escuela.
Ayuda mejorar la participación de los estudiantes
La tecnología educativa puede hacer que el aprendizaje sea más interactivo y colaborativo, esto ayuda a los estudiantes a participar mejor y con mayor confianza apoyándose del material del curso. En lugar de simplemente memorizar los temas, aprenden participando y con situaciones reales.
Se puede hacer tan simple como realizar un cuestionario interactivo en el comento de la clase presencial o participar en discusiones grupales habilitadas por la tecnología, existen otras formas como involucrando juegos educativos, prácticas y experimentos científicos en un laboratorio virtual o hacer una excursión virtual de un lugar 360º. Existen muchas formas de utilizar la tecnología.
Por ejemplo en el caso de las matemáticas, en una computadora no es diferente al modo presencial con un lápiz y una libreta de papel. Pero para darle un giro puedes crear juegos en línea que incluya matemáticas. La mayoría de los estudiantes, obtienen una mejor experiencia de aprendizaje con la interactividad de la tecnología.
Para los profesores, las posibilidades son infinitas, con tecnologías avanzadas pueden utilizar herramientas de simulación y realidad virtual. Chris Hayhurst de EdTech Magazine menciona que las escuelas deben ser quienes proporcionen recursos tanto a profesores como estudiantes dentro de las aulas.
Puede expandir los límites del aula
El Centro de Educación Tecnológica EdTech reconoce que gracias a la tecnología, el aula tradicional ya no tiene paredes, el entorno de aprendizaje no tiene límites. Y como lo comentamos en un punto anterior, la instrucción debe ser proporcionada por los expertos en la materia.
Hoy nos podemos dar cuenta que los límites se expanden, en cuanto el COVID se convirtió en pandemia millones de escuelas cerraron de inmediato para evitar el contagio de los estudiantes y gracias a la tecnología se puede seguir estudiando. Existen limitaciones de cobertura de internet, recursos físicos, tiempo y otras, pero la tecnología ha apoyado desde el primer día de confinamiento a la educación.
Por ejemplo, los estudiantes pueden aprender sobre cualquier tema leyendo publicaciones del blog, viendo fotos, enviado preguntas por correo electrónico e incluso poder entablar una conversación con científicos o diferentes expertos en el mundo entero a través de videoconferencias.
Pretende fomentar el aprendizaje a su propio ritmo
En un salón de clases tradicional, algunos de los estudiantes luchan por aprender nuevos conceptos rápidamente y puede ser que se queden atrás de sus compañeros. Sin embargo, con metodología como aula invertida, aquí puedes revisar un artículo sobre los beneficios del aula invertida, o clases en línea, los estudiantes pueden avanzar a su propio ritmo.
Todos aprendemos de diferente manera y es por esta razón que la educación debe ser personalizada, y gracias a la tecnología aquellos que necesiten más tiempo o ayuda adicional pueden practicar fuera de clase con ejercicios guiados o cursos adicionales.
Consulta nuestro artículo sobre: ¿Por qué es importante la educación personalizada en las escuelas? y ayuda a tus estudiantes a mejorar su aprendizaje.
Gracias a que la tecnología siempre está abierta, los estudiantes pueden acceder a recursos en línea cuando lo necesiten, y los profesores pueden identificar qué estudiantes pueden necesitar ayuda adicional.
Promueve técnicas de enseñanza innovadoras
La tecnología cambia la forma en que accedemos a la información, pero también cómo nos enseñan y enseñamos esa información. El profesor se vuelve menos un 'sabelotodo' y se convierte en un guía y en el apoyo principal de los estudiantes.
Se abre la posibilidad de innovar en la enseñanza, desde el trabajo colaborativo, hasta el cambio a las aulas híbridas. No solo los estudiantes tendrán acceso a tanta información sino que los profesores pueden encontrar un sin fin de ideas, nuevas metodologías y modelos para que sus clases estén al día para los estudiantes del siglo XXI.
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