Para el mundo entero la transición de la educación presencial a la educación a distancia ha sido difícil ya que la mayoría de las escuelas no estaban preparadas para este cambio de la noche a la mañana.
Sin embargo, existen acciones y herramientas que se pueden implementar para apoyar a la comunidad educativa no solo en los aspectos curriculares, sino también en temas emocionales.
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En este artículo podrás encontrar información de:
1. Impactos del aislamiento social
2. Principales problemas a los que se enfrentan con aulas virtuales
3. Las clases online NO se pueden improvisar
4. ¿Por qué las clases en vivo NO son la mejor opción?
5. Capacidad de atención por edades
Que los niños no puedan asistir a la escuela y deban permanecer en aislamiento social obligatorio implica mucho más que falta de clases:
- Impacta en las rutinas y dinámicas familiares, lo que provoca estrés y cansancio tanto en los niños como en los adultos.
- Las familias no cuentan con herramientas para apoyar el aprendizaje desde sus casas, así que requieren apoyo, orientación y acompañamiento de los establecimientos.
- Las tareas y actividades escolares no pueden ser una sobrecarga para los padres porque su rol principal en estos momentos es proteger la salud física y emocional de sus hijos.
- No todos cuentas con el mejor acceso a Internet, para que las clases sean como en la sala del establecimiento.
- En este momento se requiere tener cercanía con los estudiantes y sus familias, acompañamiento emocional e información a la mano.
Principales problemas a los que nos enfrentamos sobre las clases virtuales
Para El Tiempo, los padres mencionan que las jornadas han sido más largas para ellos, mucho más de lo habitual porque ahora no solo deben ocuparse de su empleo sino también del estudio de sus hijos.
Otro tema es que sienten que los profesores piensan que como los niños están en casa, hay que saturarlos de trabajo. Los niños y adolescentes ya no tienen tiempo de tener otras actividades y eso los afecta.
Se tiene que llegar a un punto medio para todos, tanto como para los profesores y directivos hasta para los padres y estudiantes.
Para El Mostrador, la profesora de un liceo público en Maipú, Rosario, que tiene un 92% de índice de vulnerabilidad escolar. Menciona que han logrado establecer dinámicas y horarios de aprendizaje con sus estudiantes vía online y conectándose en redes sociales.
Un problema que tiene es que el 40% de sus estudiantes no puede acceder a Internet de forma continua, así que lo han tratado de solucionar enviando fotos de guías al WhatsApp del apoderado y que trabajen con los textos del estudiante.
Las clases online no se pueden improvisar
Es cierto que muchos establecimientos no estaban preparados para esta contingencia, ya que nunca han utilizado aulas virtuales o evaluaciones en línea, tampoco han dejado que los estudiantes autoaprendan o se han hecho clases específicas para algún tipo de aprendizaje.
Pero, esto no quiere decir que no se pueda afrontar la educación adecuadamente durante los días de confinamiento.
Muchas personas creen que la educación en línea debe ser igual a la educación presencial, pero no; la educación en línea tiene otra estrategia de aprendizaje y ayuda a mejorar la personalización.
Algunos establecimientos trabajan con softwares de gestión curricular como Lirmi y esto les ha facilitado el cubrir en lo mayor posible el currículo nacional vigente.
Es perfecto si un profesor puede desarrollar algunas horas de clases en línea, pero hoy en día tiene más sentido invertir la energía en: acompañar a los estudiantes de una forma mucho más cercana y personalizada, con una llamada por teléfono, con un email o whatsapp solo para saber cómo está, también revisando su progreso, escuchándolo y respondiendo sus dudas.
¿Por qué las clases en vivo no son la mejor opción?
Principalmente no son la mejor opción porque como lo comentábamos antes, muchos de los estudiantes o profesores no tienen un buen acceso a Internet y el ver una clase online puede gastar hasta 4,500 MG por hora.
En una clase en vivo los estudiantes pueden perder el interés y los profesores la paciencia ya que sean grupos de 20 o de 40 estudiantes, van a querer participar y tal vez todos al mismo tiempo o si el profesor solamente está leyendo va a perder totalmente la atención de los temas.
En el MIT comentan que es mejor tener una estructura dinámica ya que no todo son clases, es mucho más importante tener lecturas, evaluaciones, pláticas, grabar videos y usarlos para que si los estudiantes no entienden algo, puedan regresar el video y volver a estudiarlo.
También habla acerca de otras opciones como poner a los estudiantes a construir cosas, a mezclar como si estuvieran en el laboratorio, dejar que los estudiantes compartan análisis de datos, escribir ensayos y dejarlos dar su opinión.
Para esto se necesita flexibilidad en las tareas y evaluaciones.
Ejemplo si antes las calificaciones eran basadas en un examen, ahora pueden apoyarse en un proyecto o si alguien quiere subir puntos tener un trabajo extra para que ayuden a que el estudiante a que se motive y trabaje desde casa.
Al contrario, la educación en línea responde a una lógica pedagógica específica, lo que necesita un diseño de secuencias en donde los estudiantes puedan explorar de manera autónoma para acceder al contenido, como lecturas, videos, vínculos a sitios web, evaluaciones, resúmenes y mapas mentales.
La interacción entre profesores y alumno debe de ser en modo de construir conocimiento de forma conjunta, con tutorías, seminarios de discusión, participación en foros, resolución conjunta de problemas, etc.
Es por esto que la buena educación en línea se aleja mucho del simple streaming de un profesor leyendo una presentación con diapositivas por 60 o 90 minutos.
En Lirmi contamos con un panel de reflexión, que ayuda a los profesores, directivos y UTP a identificar las áreas de oportunidad de los estudiantes y apoyarlos con material e información personalizada. Al apoderado se le notifica vía la app Lirmi Familia el desempeño de su hijo.
También contamos con un panel de tendencias de aprendizaje actualizadas en tiempo real y un panel de alta temprana.
