El aprendizaje Transforma

Escrito por Isabel Loncomil el Jun 20, 2022 7:36:27 PM

El aprendizaje no es algo ajeno, no es simplemente tener buenas calificaciones. Es tener las competencias y habilidades para crear un mejor futuro, desde el arte, la ciencia y la tecnología en armonía.

 

Si esto mueve el corazón de Lirmi, entonces ¿Cómo no ser disruptivo y obsesivo?, estamos empujando el futuro, el futuro de una niña, de un niño, de la humanidad.

 

El aprendizaje transforma desde la estructura cerebral del individuo que aprende, su comportamiento, su rol en la sociedad y en escala, el futuro de la humanidad.

Como sociedad nos vemos enfrentados a diversos desafíos, desde una pandemia, déficit de agua, calentamiento global, salud mental, entre muchos otros. Por lo tanto, se requiere de personas competentes, para investigar, desarrollar, inventar soluciones.

 

La creatividad, el pensamiento crítico, la comunicación, son competencias del presente y del futuro que deben ser desarrolladas por las instituciones educativas para preparar en la mayor igualdad de condiciones posibles a los ciudadanos del futuro. Y en LIRMI, esto nos moviliza e inspira.

 

Te invito a descubrir aquí las bases científicas que respaldan nuestro propósito.

 

Isabel Loncomil Co fundadora LIRMI.

 

 

 

I.

¿Cómo el aprendizaje transforma el cerebro?

 

Como menciona Zatorre, Fields & Johansen-Berg (2012) la idea de que el cerebro es modificado por las experiencias no es nueva, pero sí ha sido difícil de probar científicamente. Se han utilizado distintos métodos para lograr probar esta idea. Zatorre, Fields & Johansen-Berg (2012) realizaron una revisión de literatura sobre diferentes estudios que contribuyen a demostrar cómo el aprendizaje transforma el cerebro. Si bien es difícil probar la relación entre un evento determinado y un proceso independiente a nivel cerebral, si existe evidencia respecto a varios cambios estructurales coordinados involucrando diferentes tipos de células a nivel cerebral.

 

Por ejemplo, existen estudios que han demostrado diferencias anatómicas en áreas cerebrales de grupos específicos de personas. Por ejemplo, un estudio encontró que el hipocampo posterior estaba más desarrollado en un grupo de taxistas en londres[1] (Maguire et al., 2000) y otro estudios han encontrado mayor materia gris y engrosamiento cortical en áreas relacionadas a la audición en grupos de músicos[2] (Schneider et al., 2002).

 

Adicionalmente, se han realizado estudios para diferenciar si las diferencias a nivel cerebral corresponden al entrenamiento o si son las responsables de las habilidades. Para contestar esa pregunta, Zatorre, Fields & Johansen-Berg (2012) describen un estudio realizado donde personas practicaron malabarismo por tres meses, y a partir de la primera semana ya se empezaron a notar los primeros cambios a nivel cerebral. Los autores también describen un resultado similar en un estudio con tareas complejas de equilibrio con todo el cuerpo luego de dos días.

 

Luego de 7 años de la revisión bibliográfica de Zatorre, Fields & Johansen-Berg, Legault, Grant., Fang y Li (2019) estudiaron el impacto en angloparlantes nativos de dos semestres de clases de español en el grosor cortical y el volumen de materia gris en áreas cerebrales específicas.

 

Este tipo de estudios, demuestran que el aprendizaje es un proceso que con el cuerpo, y que al mismo tiempo lo transforma.

 

II.

¿Cómo el aprendizaje transforma al individuo?

 

Necesitamos aprendizajes para poder aprender cada vez más

Otro impacto que tiene el aprendizaje en nosotros es que nos permite analizar más información y aprender más. Esto ocurre porque al enfrentarnos a nuevos contenidos, los interpretamos a partir de lo que ya sabemos, es decir, de aprendizajes anteriores. Usamos nuestros conocimientos previos para categorizar ese contenido nuevo en unidades que nos hagan sentido y nos relacionamos con el contenido desde ahí. De esta manera, todo conocimiento nuevo es integrado a conocimientos previos, formando así nuevos aprendizajes. Por lo tanto, cada aprendizaje será una ventaja para seguir aprendiendo contenidos nuevos o más complejos. Por el contrario, cuando nos enfrentamos a un contenido nuevo y no lo entendemos, podría tener que ver con que nos faltan conocimientos previos acerca de ese tema (Martín, 2020).

 

 

Necesitamos aprendizajes para desarrollar habilidades más complejas

 

Uno de los mitos más comunes hoy en día es la idea de que la memorización es innecesaria para el aprendizaje e indeseable en la educación moderna, y que los tiempos de hoy requieren poner todo el esfuerzo de la enseñanza en las habilidades, ya que los contenidos se pueden encontrar en internet. Tracey Tokuhama-Espinosa (2018) nos habla de este mito en su libro “Neuromyths”. La autora menciona que este mito proviene de una fuerte reacción del mundo en contra de la enseñanza para rendir pruebas estandarizadas, criticando al proceso de memorización, más que criticar la manera en que se incentiva la memoria o la manera en que se evalúan los aprendizajes.

 

No obstante, la memoria es una parte fundamental del aprendizaje, y por lo tanto, en el desarrollo de la resolución de problemas, de la creatividad y del pensamiento crítico. Es decir, cada aprendizaje que queda guardado en nuestra memoria de largo plazo nos permite el desarrollo de habilidades más complejas, como resolución de problemas, de la creatividad y del pensamiento crítico. Por lo tanto, más que tener que elegir entre enseñar pensamiento crítico o memoria, hay que fortalecer la consolidación de los aprendizajes en la memoria de largo plazo de los estudiantes, ya que esos aprendizajes nos permitan avanzar en desarrollar habilidades y aprendizajes más complejos. La autora menciona algo que tiene mucho sentido, si queremos pensar críticamente, necesitamos tener conocimientos sobre los cuales pensar críticamente.

 

Desarrollo de habilidades generales

 

En la misma línea anterior, lo que aprendemos en la escuela nos permite desarrollar habilidades generales. Baker, Salinas & Eslinger (2012) escribieron un artículo científico para analizar la potencial contribución de ciertas líneas de investigación a la brecha que existe entre las neurociencias cognitivas y la educación. Una de esas líneas lleva 70 años estudiando el efecto que tiene la escuela en el desarrollo neurocognitivo, independientemente de las asignaturas específicas. Los autores mencionan que esta línea de investigación ha mostrado que el aprendizaje que ocurre en el colegio, independientemente de la asignatura, influye en las funciones ejecutivas, las cuales permiten la planificación, organización, la memoria de trabajo y la integración de la experiencia, conocimientos y habilidades en relación a una meta. Es decir, esta línea de investigación ha sugerido que aprender literacidad, numeracidad y otras asignaturas, en niveles básicos, deriva en una mejora en la manera de pensar y razonar. Es decir, el efecto de esos aprendizajes no se aprecia solo en la cantidad de aprendizajes específicos de la asignatura, si no que también en estas habilidades generales más generales.

 

III.

¿Cómo el aprendizaje transforma la sociedad?

 

El profesor Ricardo Rosas (2013) de la Pontificia Universidad Católica de Chile describe un ejemplo concreto de cómo la calidad de la educación influye en los niveles de inteligencia de un país. Él explica, a través de mediciones de pruebas estandarizadas, el desarrollo de la inteligencia con la edad. Ricardo Rosas muestra cómo la inteligencia va aumentando progresivamente con la edad, siendo el rango entre 20 y 24 años el de mayor nivel de habilidades cognitivas. Esto último es importante si consideramos que el rango entre 20 y 24 coincide con los últimos años en que uno está expuesto a la educación formal. Sin embargo, el impacto más grande a nivel de sociedad, es que realiza este análisis comparando las tres dependencias educacionales que existen en Chile (establecimiento municipal, particular subvencionado y particular pagado), y es ahí cuando se muestran marcadas diferencias entre los tres niveles educativos. Si bien todos los puntajes aumentan con la edad, los puntajes de un estudiante de un particular subvencionado son más altos que los de un estudiante de un municipal, y los puntajes de un estudiante de un particular pagado son más altos que los de un estudiante de un particular subvencionado. Por lo tanto, Ricardo Rosas sugiere que la calidad de la educación en Chile si genera diferencias en lo que hoy se mide como inteligencia en las pruebas estandarizadas en nuestra sociedad.

 

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Referencias

 

Baker, D. P., Salinas, D., & Eslinger, P. J. (2012). An envisioned bridge: Schooling as a neurocognitive developmental institution. Developmental Cognitive Neuroscience, 2(S1), S6–S17. https://doi.org/10.1016/j.dcn.2011.12.001

 

Legault, J., Grant, A., Fang, S. Y., & Li, P. (2019). A longitudinal investigation of structural brain changes during second language learning. Brain and language, 197, 104661.

 

Martín, H. R. (2020). ¿Cómo aprendemos?: una aproximación científica al aprendizaje y la enseñanza (Vol. 1). Graó.

 

Rosas, R., & Santa Cruz, C. (2013). Dime en qué colegio estudiaste y te diré qué CI tienes: Radiografía al desigual acceso al capital cognitivo en Chile. Ediciones UC.

 

Tokuhama-Espinosa, T. (2018). Neuromyths: Debunking false ideas about the brain. WW Norton & Company.

 

Zatorre, R. J., Fields, R. D., & Johansen-Berg, H. (2012). Plasticity in gray and white: neuroimaging changes in brain structure during learning. Nature neuroscience, 15(4), 528-536.